jueves, 12 de diciembre de 2013

Day turns, today turns, today turns, today turns, today turns, today...



Los números son curiosos.

El año pasado fue el doce de diciembre del dos mil doce. El 12/12/12. Una fecha mágica, más aún teniendo en cuenta que probablemente no lleguemos a la próxima coincidencia de día/mes/año.
Ese día, a las doce y doce del medio día, pedí un deseo y le di un plazo de un año para cumplirse.
La última vez que actualicé el blog fue el cuatro de septiembre. Parece ser que por mucho que diga que voy a ponerme, que voy a hacer que esto sea algo en condiciones, no lo consigo. Después de muuuuucho tiempo, he abierto blogger y me he dicho que al menos tenía que publicar una entrada, que era la ausencia más larga que he tenido. Me ha dado por contar los días que os he dejado abandonados a los pocos que me leéis (si es que seguís por aquí). Y ha dado la maravillosa casualidad de que, incluyendo el día de hoy, han pasado exactamente cien días.
Cien días. No uno más. No uno menos. Exactamente cien.
El blog empezó en su cabecera con un "Tengo doce años. Me gusta escribir. Y espero que a ti te guste leer lo que escribo." Doce. Ahora ya tengo catorce.
Y hoy es el doce de diciembre, y aunque no sea el año dos mil doce, sigue siendo un día mágico. Y sé que es una tontería, que son solo números, y los números siempre acaban conectándose entre sí, pero nada me impide soñar. Y tampoco sé qué es lo que quiero soñar, porque en mi cabeza todo está muy claro, pero ni yo misma lo entiendo cuando lo intento sacar de allá arriba.

Disculpad que me vaya por las ramas, pero supongo que lo necesitaba.
Lo que quería decir de verdad es que sigo aquí, y que voy a intentar actualizar el blog con regularidad (es la primera vez que digo esto, ¿eh?). Pero, ¡sorpresa!, no solo voy a intentar eso:


LISTA DE COSAS QUE ONIROS VA A INTENTAR Y QUE PUEDEQUEALOMEJORCONSUERTE DEDICACIÓNDESPUÉSDETODO CONSIGA
  • Terminar de una vez por todas la historia de El hombre de los ojos verdes. Sí, Calegoría y su gente están incluso más abandonados que el blog en sí. Hace como año y medio que sé exactamente el número de capítulos que quedan, qué va a ocurrir en cada uno de ellos y cómo acaban los chicos (y Pump :D) y también sé quién es el traidor/a pero no os lo voy a decir porque no sería muy glamuroso. He pensado en, al terminarla, reescribirla desde el principio. Supongo que en estos años he mejorado algo mi escritura, y ¿qué mejor forma de comprobarlo que reescribiendo una historia? Así que será como cuando los escritores que ya están forrados sacan ediciones especiales de sus sagas con contenido extra y escenas nunca vistas (?). Por cierto, el fin de semana pasado compré El Ciclo de la Luna Roja, de José Antonio Cotrina menuda maravilla de trilogía leedla por favor necesitáis leerla y algunas cosas me recuerdan (bastante) a El hombre de los ojos verdes lo cual es preocupante teniendo en cuenta que hasta hace un par de meses no  sabía que esta saga existía a lo mejor veo el futuro.
Leed esta maravilla. Por favor.
  • Subir alguna reseña de vez en cuando. Sí, es otra de las cosas que ya he dicho muchas veces y que nunca hago. Pero me gusta leer libros, me gusta que la gente los lea y me gusta dar mi opinión. Así que perfecto si no fuera tan vaga y si no tuviera tantos exámenes pero the sky is the limit.
  • Empezar más historias. Pero, Oniros, si no eres capaz de llevar una historia sola, ¿cómo vas a llevar más?, grita mi conciencia. Y yo la ignoro y aquí seguimos las dos. 
  • Terminar una novela. Esto aparece tachado para que os parezca que está aquí por error, ¡pero no! Lo de terminar una novela va muy en serio. Porque empezarla es fácil, todo el mundo puede hacerlo si quiere, pero terminarla... Terminarla es harina de otro costal. He empezado muchas, muchísimas, y también son bastantes las que tengo avanzadas. Pero nada. No paso del primer borrador. Y voy a conseguirlo. Voy a conseguirlo.
Y me despido pero no me despido. 
Un saludo,
Oniros.